jueves, 14 de agosto de 2014

El viaje al centro del huevo

SALUD. La presencia de estas gallináceas es increíblemente fuerte en nuestra gastronomía. El huevo es, quizá, el alimento más versátil que tenemos en nuestra cocina. Aunque también, es un gran desconocido para muchas personas.

No se pueden imaginar la de veces que me he preguntado ¿este huevo estará bueno?


El Lector de las Buenas Noticias se ha metido dentro de un huevo para poder responder a esta pregunta que tantos mareos de cabeza nos ha traído.





Antes de entrar en el huevo, lo primero que observamos fue la fecha de consumo preferente.

¡Cuidado!

No es lo mismo que el producto comience a perder sus propiedades (fecha de consumo preferente) a que ingerirlo pueda causar un grave problema para la salud (fecha de caducidad).

Aquí a todos nos saltan las alarmas porque no todo el mundo sabe esta diferencia, y si la fecha de consumo preferente ha pasado, inmediatamente nos da miedo cocinar ese huevo.




En el billete de ida y vuelta aparecía un número que se correspondía con el número de huevo de nuestra expedición.


¿qué significaba ese número?



El primer dígito nos indicaba la forma de cría de las gallinas (0, huevos de producción ecológica; 1, huevos de gallinas camperas; 2, huevos de gallinas criadas en suelo; 3, huevos de gallinas criadas en jaula).

Las dos letras siguientes mostraban el país de la Unión Europea donde se ha producido el huevo.

El resto de dígitos nos informaban acerca de la granja de producción. Los dos primeros dígitos correspondían al código de la provincia, los tres siguientes al municipio, y los restantes a la granja correspondiente.

Estaba claro que había sido producido en una granja ecológica (0) de Alemania (DE), concretamente en Meckenburg-Vorpommern (13), en la granja identificada como 44461.

Iba a ser un viaje en el que nos esperaban muchos "enigmas" por resolver, aparte de la archiconocida fecha de consumo preferente y del "número del billete".

Aquí les dejo la recopilación de algunos de los "enigmas" descifrados en nuestra expedición. Probablemente con ellos se pueda ahorrar el comprar unas cuantas docenas de huevos de más o una visita a su doctor.

¿Podemos utilizar el huevo si...

1. ha pasado la fecha de consumo preferente?

SI / NO. Se trata de una fecha que se fija contando 28 días a partir de la puesta.

Para saber si sí o si no, sólo tenemos que usar la vista y el olfato. 

Primeramente, cogemos un vaso de agua y sumergimos el huevo.

Si el huevo no flota, todavía mantiene sus propiedades para cocinarlo. Si el huevo flota, significa que no es fresco y que, con toda seguridad, el huevo contiene gases y habría que desecharlo.

¿Gases?

Sí, el huevo esta compuesto por una cáscara porosa que juega un gran papel en la vida útil de éste. Se producen dos fenómenos:

a) Parte del agua que contiene el huevo se escapa en forma de vapor a través de los poros que tiene la cáscara, lo que provoca una disminución de peso y también un aumento de la cámara de aire que descubrimos en el interior. !No flota por arte de magia!

b) El ácido carbónico que vimos en la clara y la yema se pierde a través de los poros de la cáscara en forma de gas (dióxido de carbono). Esto provoca un aumento del ph que tiene 3 consecuencias: 

-Perdida de consistencia generalizada que hace que se descentre la yema.

-Las proteínas de la clara dispersan menos luz volviéndose más transparente.

-Parte del agua de la clara migra hacia la yema haciendo que ésta se hinche y se debilite la membrana que la cubre.

Por lo tanto, ya somos más que expertos para decidir si nuestro huevo está, o no, en buenas condiciones para cocinarlo.

2. lo hemos conservado a temperatura ambiente todo el tiempo?

NO.


Seguro que has observado la recomendación que figura en el envase de los huevos en la que se indica que se conserven a temperaturas de refrigeración después de su compra. Acto seguido te has sentido como si te estuvieran tomando el pelo al ver que en el supermercado normalmente los encontramos almacenados a temperatura ambiente. 

Entonces ¿realmente es necesario conservar los huevos a temperaturas de refrigeración?

Mientras estuvimos dentro del huevo a temperatura ambiente observábamos que la calidad disminuía a medida que pasaba el tiempo. Aunque, cuando estábamos entre 1 y 10 ºC 
(con una humedad relativa inferior al 80%, para evitar el desarrollo de hongos y otros microorganismos en la superficie de la cáscara) se retrasaba de forma significativa este envejecimiento. 

Cuando estábamos entre 1 y 10 ºC y aumentaba la temperatura bruscamente, hecho que se podría asociar a si los huevos estuvieran refrigerados antes de su venta y los sacáramos del supermercado a temperatura ambiente para llevarlos a casa, corríamos el riesgo de que el huevo se deteriorara por las condensaciones de agua que facilitaría el desarrollo de microorganismos y su entrada al interior a través de los poros que posee la cáscara, con el consiguiente riesgo sanitario.

¡a veces el remedio es peor que la enfermedad!

3. lo hemos lavado antes?

NO / SI*


Menos mal que cuando llovía estábamos dentro. Pero, al poco tiempo teníamos goteras.

El agua estaba dañando la cáscara que actuaba como barrera para la entrada de microorganismos que podrían deteriorar el huevo y/o provocarnos enfermedades.

Si aún así, *sientes la imperiosa necesidad de lavarlos o limpiarlos, debes hacerlo justo antes de su cocinado (puedes limpiarlos con un paño suave o lavarlos, siempre que a continuación los seques muy bien).


¿Porqué teníamos goteras si el huevo tenía el impermeable puesto?

Cuando lavamos los huevos dañamos la cutícula, que es una membrana externa compuesta por dos capas de fibras proteína-polisacárido. La cutícula se encuentra sólidamente adherida a la cáscara y actúa taponando sus poros, impidiendo así la entrada de microorganismos al interior del huevo.

La cutícula se encuentra compuesta por una proteína llamada ovoporfirina. El tiempo, la luz, el calor y el lavado destruyen la ovoporfirina.

4. observamos grietas en la cáscara pero no se ha derramado nada?

NO.


A través de ellas pueden penetrar microorganismos patógenos que podrían provocarnos diversas enfermedades.

En nuestro viaje observamos algunas grietas que no eran apreciables a simple vista. Utilizamos el ovoscopio, que no es más que un aparato que consta de una superficie iluminada con luz intensa (para ello se utiliza una fuente de luz que no emita calor) y que fabricamos de forma muy sencilla. ¡menos mal!

5. observamos manchas de sangre o de carne?

SI
La presencia de estas manchas está relacionada con factores genéticos.

Los huevos de color blanco, como los que ponen las gallinas de raza White Leghorn, apenas las presentan. M
ientras que los huevos de cáscara marrón poseen manchas en un porcentaje mayor.

Lo que observamos adentro fue que la frecuencia de estas manchas aumentaba con la edad de la gallina y el estrés.

Por un lado, las manchas de sangre las vimos principalmente en la superficie de la yema y eran debidas a pequeñas hemorragias que tienen lugar durante la ovulación.
Por otro lado, las manchas de carne las vimos en la clara y se debían a la descamación de algunos tejidos en el oviducto de la gallina o por partículas de calcio.

6. nos sale con dos yemas?

SI. Son 
ovulaciones múltiples hereditarias que se producen en gallinas jóvenes que todavía no han sincronizado su ciclo de puesta, y también por sobrealimentación. Además, existen razas híbridas que ponen estos huevos de doble yema de forma habitual, como algunas razas autóctonas del este de la India.

Lo que observamos en el exterior antes de entrar era que el huevo era más alargado y delgado de lo normal. Nos llevamos una grata sorpresa porque no es frecuente encontrar esto aquí dentro.

Si te hace ilusión existen empresas que producen huevos sólo de doble yema.

7. separamos la yema de la clara con la misma cáscara?

NO.


No es muy higiénico, ya que la clara suele entrar en contacto con la superficie exterior.

Después de nuestra exitosa expedición hicimos un suflé para celebrarlo. Para esto teníamos que separar la yema de la clara.

Bien, lo hicimos con las manos. Es una forma más rudimentaria que el truco de absorber la yema con una simple botella de agua vacía.

Este fue el resultado del suflé:




Espero que puedan hacer uno igual utilizando los resultados de nuestra expedición para elegir los huevos correctos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario